El ibuprofeno puede ser administrado a un perro, pero tiene un estrecho margen de seguridad. Hay que estar muy seguro del peso del animal y de que no tiene ningún tipo de insuficiencia renal o hepática. En resumen, no administrar sin la aprobación del veterinario.
¿Puedo dar ibuprofeno a mi perro para la artrosis?
No es una buena idea, dar ibuprofeno a nuestro perro para tratar un dolor crónico, durante mucho tiempo. Una dosis recomendada es de 5 mg / kg / día, dividida en varias tomas. Para un perro de 20 Kg eso supone una pastilla de 100 mg. Algo fácil de administrar.
Sin embargo, para un animal de menos de 5 kilos, eso es una una parte muy pequeña de una pastilla estándard. ¿Estás seguro de que puedes dividir la pastilla hasta obtener una dosis segura para tu perro?
Tienes que tener en cuenta que se han observado signos de toxicidad desde una dosis no muy superior: 8 mg / kg / día durante 30 días. A esta dosis, no se observan signos clínicos, pero los perros desarrollan úlceras gástricas e inflamación intestinal.
A 16 mg / kg / día y tras 8 semanas de administración, hay vómitos, diarrea, sangre en heces melena (las heces aparecen con vetas de color marrón oscuro) y pérdida de peso. Para algunos animales, la dosis puede ser incluso más baja: un perro que recibió sólo 3 mg / kg cada dos días durante seis semanas desarrolló una perforación gástrica fatal y murió. La insuficiencia renal, la insuficiencia hepática, la hipoalbuminemia, el estrés o la administración concomitante de glucocorticoides pueden aumentar la toxicidad del ibuprofeno administrado a largo plazo.
¿Qué ocurre si doy ibuprofeno a mi perro para tratar la fiebre?
Una única dosis también puede ser tóxica. La sobredosis aguda de ibuprofeno en perros se asocia con signos gastrointestinales, renales y del sistema nervioso central. Se pueden observar vómitos, dolor abdominal, vómitos con sangre y diarrea en las 24 horas posteriores a la ingestión. Las sobredosis únicas y agudas de hasta 25 mg / kg pueden causar vómitos en perros.
A dosis superiores a 175 mg / kg, aumenta el riesgo de insuficiencia renal aguda en perros. El ibuprofeno bloquea la llegada de sangre al riñón, lo que puede llevar a la muerte del tejido renal.
A dosis superiores a 400 mg / kg, se pueden observar efectos en el sistema nervioso central en perros, incluyendo depresión, convulsiones y coma. La dosis letal mínima en perros es de aproximadamente 600 mg / kg.
Dosis más comunes para humanos y su toxicidad para perros
El ibuprofeno es un fármaco antiinflamatorio no esteroideo (AINE) con efectos analgésicos, antiinflamatorios y antipiréticos. Se utiliza comúnmente en los seres humanos para el manejo a corto plazo del dolor y la fiebre y para el control a largo plazo del dolor artrítico.
Para el uso sin receta, está disponible en cápsulas o comprimidos de 50 y 100 mg (a menudo masticables), jarabes líquidos de 20 y 40 mg / ml para niños y en tabletas y cápsulas de 200 mg para adultos. Las tabletas de prescripción con receta son de 400, 600 y 800 mg. El ibuprofeno también se puede encontrar combinado con otros medicamentos como pseudoefedrina o hidrocodona.
En los seres humanos, el ibuprofeno tomado a dosis estándar es muy seguro. En general, hay menos efectos secundarios que con la aspirina similarmente dosificada. Sin embargo, en perros, gatos y hurones, el ibuprofeno tiene un margen estrecho de seguridad y es suele dar problemas de intoxicación. La mayoría de las exposiciones son agudas, normalmente por la ingesta de muchas pastillas después de que el perro tiene acceso accidental a una caja de ibuprofeno. Algunas formulaciones de ibuprofeno tienen un revestimiento dulce y resultan atrayentes para los animales. En algunos casos, el ibuprofeno se administró a las mascotas en la creencia equivocada de que era más seguro que la aspirina.
El orden de peligrosidad depende de la dosis, pero los jarabes alcanzan las concentraciones máximas antes, después las pastillas masticables a continuación y por último las tabletas. La ingestión de ibuprofeno con alimentos disminuye la concentración plasmática máxima y aumenta el tiempo para alcanzarla.
En perros, el tiempo de eliminación del orgnanismo es de 3,9 a 5,3 horas.
Ibuprofeno en gatos y hurones
Se cree que los gatos, debido a su capacidad limitada de conjugación de glucuronilo, son dos veces más sensibles que los perros a los efectos tóxicos del ibuprofeno.
Los hurones son especialmente sensibles a los efectos tóxicos del ibuprofeno. Debido a su pequeño tamaño (un peso adulto de 0,5 a 2 kg), la ingesta de un solo comprimido de 200 mg puede dar como resultado una dosis de 100 a 400 mg / kg. Es frecuente observa casos graves de intoxicación en hurones, con signos neurológicos, incluyendo depresión, coma y ataxia. Un poco más de la mitad de los hurones desarrollan vómitos o diarrea. La dosis letal mínima en los hurones es de aproximadamente 220 mg / kg.
¿Qué hacer si tu perro ha ingerido una dosis excesiva de ibuprofeno?
El objetivo principal del tratamiento es prevenir o tratar la ulceración gástrica, la insuficiencia renal, los efectos en el sistema nervioso y posiblemente, los efectos hepáticos. El pronóstico es bueno si el animal es tratado pronta y apropiadamente. El retraso en el tratamiento puede disminuir el potencial de supervivencia en intoxicaciones con grandes dosis de ibuprofeno.
El objetivo principal del tratamiento es prevenir o tratar la ulceración gástrica, la insuficiencia renal, los efectos en el sistema nervioso y posiblemente, los efectos hepáticos. El pronóstico es bueno si el animal es tratado pronta y apropiadamente. El retraso en el tratamiento puede disminuir el potencial de supervivencia en intoxicaciones con grandes dosis de ibuprofeno.
En animales clínicamente normales ( es decir , aquellos que no vomitan o muestran signos neurológicos), hay que intentar inducirles el vómito (aquí está la forma de la forma de hacerlo), especialmente dentro de las dos horas de la ingestión.
En animales que exhiben signos neurológicos, lavado gástrico o lavado enterogástrico. Administrar dosis múltiples de carbón activado (cada seis a ocho horas durante 24 horas) en todos los animales afectados, porque el ibuprofeno es absorbido en el intestino, pero una parte vuelve de nuevo a él, desde el hígado ( recirculación enterohepática).
En animales que exhiben signos neurológicos, lavado gástrico o lavado enterogástrico. Administrar dosis múltiples de carbón activado (cada seis a ocho horas durante 24 horas) en todos los animales afectados, porque el ibuprofeno es absorbido en el intestino, pero una parte vuelve de nuevo a él, desde el hígado ( recirculación enterohepática).
Para posibles trastornos gastrointestinales y ulceraciones, el veterinario podrá recetar protectores gastrointestinales. Para la ingestión de dosis bajas de ibuprofeno (<100 mg / kg), pueden usarse antiácidos líquidos de venta libre que contengan hidróxido de aluminio o magnesio. Para la ingestión de dosis más altas o cuando se han producido signos gastrointestinales, se puede utilizar una terapia combinada de protectores de la mucosa gástrica (bloqueadores de receptores de histamina o inhibidores de la bomba de protones), sucralfato (líquido o en pastilla) y misoprostol.
La protección gástrica es una parte importante del tratamiento de la intoxicación con ibuprofeno. El misoprostol es una prostaglandina sintética que inhibe el ácido gástrico y tiene un efecto citoprotector en la mucosa gástrica. El misoprostol también estimula la secreción de moco y bicarbonato y aumenta el flujo sanguíneo de la mucosa gástrica. La dosis utilizada en perros es 1-3 mg / kg cada 6-8 horas vía oral.
El sucralfato puede utilizarse para unirse a erosiones y úlceras, y protegerlas de la exposición al ácido gástrico, ácidos biliares y pepsina. El sucralfato en perros se administra a 0,5 - 1 gramos cada 8-12 h vía oral en perros y 0,25 gramos cada 8-12 h en gatos.
La protección gástrica es una parte importante del tratamiento de la intoxicación con ibuprofeno. El misoprostol es una prostaglandina sintética que inhibe el ácido gástrico y tiene un efecto citoprotector en la mucosa gástrica. El misoprostol también estimula la secreción de moco y bicarbonato y aumenta el flujo sanguíneo de la mucosa gástrica. La dosis utilizada en perros es 1-3 mg / kg cada 6-8 horas vía oral.
El sucralfato puede utilizarse para unirse a erosiones y úlceras, y protegerlas de la exposición al ácido gástrico, ácidos biliares y pepsina. El sucralfato en perros se administra a 0,5 - 1 gramos cada 8-12 h vía oral en perros y 0,25 gramos cada 8-12 h en gatos.
Se debe continuar el tratamiento durante siete a 14 días o más, dependiendo de la dosis y de los signos clínicos. También se debe controlar el vómito con un antiemético adecuado. Si el sangrado gastrointestinal es severo, las transfusiones pueden ser necesarias. En los casos de perforación gastrointestinal será necesraio operar al animal, para cerrar la úlcera.
En dosis que pueden causar insuficiencia renal, el veterinario podrá tratar con líquidos intravenosos con diuréticos. El análisis de orina y sangre puede usarse para monitorear el riñón y el hígado. Si los resultados de la prueba de función renal son normales a las 48 horas, se eliminará el tratamiento intravenoso. Si los resultados de la prueba están elevados, se continuará con el tratamiento hasta que los valores de función renal se normalizan.
Si el perro presenta convulsiones, el veterinario las controlará con diazepam o barbitúricos según sea necesario. Los animales comatosos necesitan cuidados de apoyo como el monitoreo y el mantenimiento de la temperatura corporal y el apoyo respiratorio si es necesario.